Reflexiones de Carlos Saro, María Aguilera, Ángel Díez y Salomé Pérez
El amor es un sentimiento que tenemos todas las personas. Hay muchas clases y tipos de amor por el amor, por ejemplo el amor de la familia, el amor de los amigos, el amor de la pareja, y el de otras personas que nos rodean y que no son ni familia, ni amigos, ni pareja, por ejemplo el amor de las profesoras, amigos de la familia, etc.
Nosotros nos sentimos muy queridos, y esto nos hace estar muy contentos, alegres y seguros de que no nos va a pasar nada malo.
El amor de la familia es el más grande porque es lo más importante, lo primero es la familia. La familia está cerca siempre, es de toda la vida y para toda la vida.
El amor de los amigos es sincero, no tenemos que esconder nada y decimos la verdad aunque duela, como algunos comentarios sobre la ropa, el carácter y sobre algunas tonterías que a veces hacemos o decimos.
Con los amigos se comparten muchas cosas, se habla de temas importantes, por ejemplo de trabajo, de pareja de novios, de fútbol, de viajes, de cosas que hacemos en el club de ocio, de la Asociación “Uno Más”, etc.
El amor de la pareja, nosotros diríamos que todos por igual podemos casarnos. Si la gente lo hace ¿por qué nosotros no?
Nosotros, personas con síndrome de Down sería diferente, se plantean muchas cosas, por ejemplo vivir juntos, tener un piso y pagar facturas, hacer planes…. y para todas esas cosas necesitamos apoyo, sobre todo de la familia.
Sabemos que en el amor de la pareja hay momentos buenos y momentos malos, por ejemplo la infidelidad, la crisis matrimonial, el divorcio… (y que se quede con la otra y con la casa). Si se va con otra ¡qué espanto! A nosotros nos parece muy difícil porque no tenemos aguante, a nosotros nos cuesta hacer todas las tareas domésticas o del hogar, encontrar soluciones… o no estamos preparados todavía para eso.