La vida es un regalo para ella, por eso afirma con una pícara sonrisa que le gusta ‘vivir la vida’. Cierra los ojos y se imagina viajando a Argentina para visitar los Estudios Baires, donde se graba la serie ‘Violetta’. La protagonista es una adolescente que tras vivir en Europa regresa a Buenos Aires donde encuentra la amistad, el amor y la música, y se enfrenta a la difícil tarea de hacerse mayor. Por esa etapa está pasando ahora Paula Celada. A sus 16 años cree en el amor, pero asegura convencida que todavía es pronto para tener novio.
Edith Piaf veía la vida en rosa y Paula la ve de color lila, su color favorito. Ahora su mundo gira en torno al ‘Violetta’. De ese tono quiere comprarse un descapotable cuando sea mayor y quiere convertirse en peluquera o empresaria de moda. Además, le gustaría tener un piso o un chalet y viajar a lugares lejanos. Aunque parezca que sueña con los ojos abiertos, esta dicharachera jovencita no lo hace. Es consciente de que necesita ayuda, pero quiere llegar a ser una chica independiente.
Ganas e ilusión para conseguir sus metas no le faltan. “Estoy planeando un viaje a Nueva York y a Argentina, pero quiero viajar sin mis padres, aunque con alguna amiga. Quiero ser autónoma y a hacer las cosas por mí misma. Le pondré empeño, siempre me esfuerzo”.
Paula está repitiendo 2º de ESO y está perfectamente integrada en el IES de Peñacastillo, donde dice que se lleva bastante bien “con todo el mundo”. Sus ojos reflejan la admiración que siente por su mejor amiga, María Ruiz, con quien habla de “sus cosas y de la vida”.
Su asignatura favorita es Educación Plástica y Visual, y el profesor que “le cae mejor” es Jesús, a pesar de que las lecciones que imparte de Física y Química se le resisten. La Fundación Síndrome de Down le ha ayudado a hacer más amigos y a relacionarse con más gente de su edad, y habla con cariño y respeto de su tutora, Gunilde Schelstraete, la psicopedagoga a la que ve todos los miércoles. “La experiencia es muy buena. Si me quitaran la Fundación, no me podría reír, ni hacer amigos ni ir de excursión. Sufriría mucho”.
Se define como una chica alegre y divertida, aunque admite que a veces tiene mal carácter, y bromea diciendo que su padre también lo tiene. “Mis padres y mi hermana me hacen muy feliz. Desde que yo nací me han apoyado y me quieren como soy”.
A lo único que le tiene miedo Paula es a las arañas y transmite esa seguridad cuando habla del futuro. “Me encanta Santander, pero me gustaría vivir en otra parte. Me dejaré llevar”.