Hace diez años la presidenta de la FSDC, María Victoria Troncoso, consiguió que el Fondo Social Europeo financiase un proyecto para promover la integración laboral de jóvenes con síndrome de Down. Lo que, en un principio, le decían que era una idea con pocas posibilidades, ha resultado un éxito que ha proporcionado empleo a 23 chicos en edad laboral. Hasta el momento, 30 empresas e instituciones se han sumado a la iniciativa y han abierto sus puertas a trabajadores con discapacidad. El resultado: profesionales comprometidos, eficaces, y jefes satisfechos.
Estos doce rostros son el reflejo de otros tantos para los que levantarse e ir a trabajar supone una verdadera alegría. Durante el tiempo que llevan en sus respectivas empresas han logrado el respeto y el afecto de sus compañeros. En algunos casos, incluso, han supuesto un antes y un después para las compañías, que no habían contratado anteriormente a personas con síndrome de Down. Su adaptación suponía, en algunos casos, un pequeño reto que, a la postre, ha resultado enriquecedor para ambas partes.
El trabajo les ha ayudado también en sus vidas personales a madurar, a alcanzar una mayor independencia o a ser más resolutivos. Elisa, Abraham, Sonia, Elena, Alberto o María son ejemplos de progreso. Así lo expresa Troncoso: “Las personas con síndrome de Down actúan para desarrollar su potencial, esforzarse, ser buenos ciudadanos, ejercer sus derechos, mostrar sus capacidades y vivir como los demás sin dejarse abatir y sin abandonar la tarea”.
En el ámbito prelaboral esta dinámica implica formación, que es la que les más tarde les permite, a través del programa de Empleo con Apoyo, ser contratados en empresas ordinarias en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros pero con jornada reducida.
Una preparadora laboral les acompaña en sus inicios y posteriormente les realiza el seguimiento oportuno. Actualmente 21 jóvenes son trabajadores y tres están a punto de incorporarse a una empresa.
CALENDARIO 2010
La Fundación Síndrome de Down de Cantabria ha editado 4.000 ejemplares de su almanaque solidario, titulado ‘10 años de integración laboral’. Las imágenes realizadas por la prestigiosa fotógrafa Elena Torcida a doce jóvenes trabajadores dan forma a un calendario que puede adquirirse en las librerías Gil, Estvdio, y en la sede de la propia Fundación. El donativo, que como en años anteriores se ha fijado en 5 euros, se utilizará para financiar algunos de los programas y las actividades que la entidad sin ánimo de lucro lleva a cabo para mejorar la vida de las personas con síndrome de Down.
Yo quisiera saber que trabajos hacen estos jovenes en las empresas….gracias.