Miriam Flórez
La joven que se levanta entre semana con diligencia militar, nada más sonar el despertador, no tiene nada que ver con la se queda pegada a las sábanas durante los fines de semana. Y es que, como no podía ser menos, Miriam se toma su profesión con un gran sentido de la responsabilidad.
En apenas 40 minutos, se prepara un desayuno consistente, lo despacha con buen apetito y se acicala para acudir a la Clínica Mompía, en la que trabaja desde hace siete años como auxiliar del archivo. Esta joven con síndrome de Down, de 34 años de edad, empezó a trabajar en el Ayuntamiento de Santander tras haber realizado prácticas en el Hotel NH Ciudad de Santander y el Ayuntamiento de Camargo. En este nuevo trabajo, Miriam destaca por el orden y la disciplina con la que afronta sus tareas diarias, bajo la supervisión de Virginia, su jefa. Recoge la documentación de los quirófanos y de las plantas y las radiografías de Urgencias. Las pilas de documentación son separadas y clasificadas minuciosamente en función de criterios perfectamente interiorizados. Todo ello, bajo las instrucciones de Virginia, con quien Miriam manifiesta trabajar muy a gusto. “Tengo muy buena relación, me gusta trabajar con Virginia”, afirma. “Mi trabajo me gusta mucho, me siento muy útil, me gusta ayudar a Virginia, ella me necesita, por eso debo trabajar en la clínica”.
Otro apoyo fundamental es María, la preparadora laboral que orienta su desempeño laboral. “Me ayuda, me da apoyo, si hago mal alguna tarea me lo dice y a veces me acompaña en el descanso”.
Con el mismo orden con el que realiza su trabajo, Miriam organiza el resto de su día en un sinfín de actividades: lectura de la prensa, sus programas favoritos de Disney Channel, las actividades de la Fundación, la natación… Todo ello, aderezado con la lectura de los libros de la Biblioteca Central de Cantabria: desde “Las aventuras de Tom Sawyer” hasta “Los hijos del capitán Grant”, pasando por los siete tomazos de Harry Potter, que se conoce como si ella misma hubiera fundado la Escuela de Hogwarts. Es obvio que Miriam disfruta intensamente con sus aficiones, algunas de las cuales comparte con la que es, sin duda, su gran apoyo, confidente y mejor amiga: su hermana Toya. Los 12 años que les separan nos le impide entenderse y apoyarse como si fueran hermanas gemelas. También disfruta con los frecuentes paseos que da con sus padres y con los planes de ocio que comparte con sus amigas y amigos de la Fundación. “Disfruto mucho con mi vida activa”, subraya Miriam en un mensaje cargado de sentido.