Voluntariado del Programa de Empleo con Apoyo
Del mismo modo en el que algunas personas acuden a la Fundación para ayudarles sin obtener nada a cambio, ellos pueden hacer lo mismo con otras personas necesitadas. Con esta idea básica un grupo de trabajadores decidió colaborar de forma voluntaria en la Cocina Económica de las Hermanas de San Vicente Paúl. Su misión: preparar el comedor en el que cenan a diario personas sin recursos económicos. A través de esta actividad, los participantes han descubierto la satisfacción del ‘dar sin recibir’.
El objetivo de las cuatro preparadoras laborales, María Pintó, Sara Bedia, Raquel Álvarez y María Gutiérrez, era que los chicos descubrieran por sí mismos el sentido del voluntariado. Tras analizar diversas opciones, se decantaron por la Cocina Económica de las Hermanas de San Vicente de Paúl que, bajo la batuta de Sor Asun, atienden en la calle Tantín de Santander a un número creciente de personas sin recursos.
La concienzuda preparación de los chicos incluyó una charla de una de las voluntarias de la Fundación, Elena del Pozo, así como una visita previa a las instalaciones del centro, en la que pudieron interactuar con los usuarios.
Como no podía ser de otra forma, los trabajadores pudieron elegir con total libertad su participación en la actividad. Finalmente, 20 chicos repartidos en dos grupos de 10 se han responsabilizado de preparar el comedor un día a la semana, desde el pasado 18 de abril.
“Al tratarse de una actividad diferente, que se desarrolla fuera de la Fundación, se establecen nuevas relaciones entre iguales”, explica Sara.
La actividad no ha podido ser más positiva: tras superar su inseguridad inicial, los trabajadores han participado con una gran motivación e interés. A lo largo de estos meses, han constatado que existen personas con necesidades económicas que requieren de la ayuda de los demás.
El voluntariado se enmarca en el módulo de ocio educativo del programa de Empleo con Apoyo, con lo que toca afrontar nuevas actividades. Pero eso no impide que los chicos continúen cultivando su conciencia social: desde hace unos meses, aportan a Cáritas 1 euro al mes. La votación de la ONG se produjo tras varias sesiones de trabajo en las que los chicos buscaron y analizaron las actividades de hasta 15 organizaciones diferentes.