María Díaz, Centro Ocupacional
El modo en el que María Díaz irrumpe en la sala para someterse al cuestionario lo dice todo: enorme sonrisa, brazos en alto y algarabía compartida con sus compañeros.
Esta santanderina de 24 años se siente feliz porque le ha tocado protagonizar la sección UN DÍA CON. Pero a medida que desgrana sus respuestas, descubrimos que María disfruta con intensidad de otras muchas actividades. Su memoria prodigiosa le permite registrar con detalle los buenos momentos que jalonan su vida.
María no sólo destaca por su buena memoria. Además, disfruta de un alto grado de autonomía, que le permite comprar el pan, ayudar a limpiar la casa y despalzarse sola hasta la Fundación para participar en las actividades del Centro Ocupacional. Acude muy motivada, porque disfruta intensamente de todas ellas: estimulación cognitiva, en la que hace gala de su gran memoria; formación básica, donde disfruta especialmente con las clases de aseo e imagen personal (“me gusta ponerme guapa”); y cocina, donde ha aprendido a preparar ensalada de garbanzos, los pimientos rellenos de carne picada y la macedonia de frutas. Además, María disfruta con el Lenguaje, las Matemáticas y, cómo no, con el baile y el teatro, actividad que recientemente le ha permitido meterse en la piel de La Cenicienta. Referentes para desarrollar su vena artística no le faltan: ha ido a conociertos de Julieta Venegas y David Bustamante. Le falta acudir al de su mayor ídolo, Pablo Alborán, para gozar en directo su interpretación de Me estás volviendo loco. Con la misma claridad con la que María identifica sus actividades preferidas, menciona las que que se sitúan en el polo opuesto: huerto, escritura, manualidades y… el fútbol. No resulta extraño que sugiera como alternativa un taller de relajación. Con todo, lo que más le hace disfrutar es el contacto diario con los buenos amigos que ha encontrado en la Fundación, tanto alumnos (Joaquín, Jaime, Lucía, Paloma o Beatriz) como profesores (Germán, Sandra o María Millán, a la que estampa un beso en medio de la entrevista). Esta naturaleza social le permite disfrutar con las excursiones, los viajes de la Parroquia y los planes de fin de semana, como la paellada en casa de José Angel de la que reconoce haber salido “un poco empachada”. También goza con las aficiones culturales, como la lectura de Las crónicas de Narnia o el cine. Pero no todo es juerga: los domingos participa activamente en las ofrendas de la Misa de la Parroquia.