Rosana San Martín, hermana de Abraham
Cuando nació Abraham se sabía bien poco sobre el síndrome de Down ¿Cómo fue su llegada? Vuestros entimientos, reacciones de vuestro entorno, etc.?
Abraham llegó a nuestras vidas un día de año nuevo. Aunque nosotros, sus hermanos, casi todos teníamos ya una edad y vidas independientes, siempre esperamos su llegada con ilusión. Cuando nos enteramos de su discapacidad, el desconocimiento nos hizo sentir a toda la familia un dolor terrible y por supuesto cantidad de preguntas. ¿Por qué a nuestra familia? ¿Qué hemos hecho mal? Normalmente nuestros pensamientos al respecto eran individuales, era una manera de quitar importancia al tema entre nosotros. Nuestro entorno, familiares y amigos nos daban su cariño, aunque presiento que en ese momento nos tenían un poco de lástima.
¿De qué modo influyó entre vosotros, los hermanos?
El nacimiento de nuestro hermano nos unió todavía más si cabe. Nuestra hermana pequeña, por tener siete años seguramente fue la que más sufrió: llegada de otro hermano y encima con necesidades especiales.
¿Qué aspectos destacaríais de forma especial sobre la evolución de Abraham en todo este tiempo?
Desde sus primeros meses de vida nos demostraba sus ganas de aprender, tuvo la suerte de tener unos padres que desde el momento cero decidieron luchar y hacer todo lo posible para que su hijo aprendiese lo máximo posible, pero, sobre todo ¡que fuese un ser humano feliz! Su evolución para nosotros es un sueño cumplido, supera con creces lo que hubiésemos imaginado. ¡Qué poco sabíamos de las personas con síndrome de Down!
¿Imaginasteis que llegaría a trabajar? ¿Qué ha supuesto para él convertirse en un trabajador?
No nos habíamos planteado que llegaría a trabajar. Le supone la integración total, le sube la autoestima, se siente mayor y autosuficiente. Ha tenido la suerte de trabajar en dos empresas con buenos compañer@s que le hacen la vida más fácil y que le quieren.
¿Qué ha supuesto para vosotros la labor de la Fundación?
Evidentemente Abraham no hubiese llegado a desarrollar toda su capacidad sin la ayuda de los profesionales del antiguo colegio Cervantes y de la Fundación.
¿Cómo es Abraham? ¿Qué destacaríais de su personalidad?
Sí tuviésemos que describir en pocas palabras a nuestro hermano diríamos que es la ternura y la sensibilidad. Es feliz si los de su entorno están alegres.
¿Cómo describiríais la convivencia con él?
La convivencia con él es fácil, siempre tiene buen carácter, ordenado, ayuda en las tareas de casa.
¿Cómo os planteáis el futuro? ¿Qué ideas tenéis al respecto?
En varias ocasiones, le hemos preguntado: cuando falten nuestros padres ¿dónde quiere vivir? ¿Con sus amigos en un piso? Siempre responde que con sus hermanos. Por lo tanto, para nosotros sus deseos son ordenes, los fines de semana ya los pasa en casa de sus hermanos ahora.
¿Qué anécdotas curiosas o divertidas puedes contarnos de él?
Por edad siempre ha estado muy unido a nuestra hermana Ángela. Bien pequeño se escapó de la guardería y se presentó en su colegio a buscarla. Otro día en el pueblo nos dio un gran susto, desapareció y le encontramos subiendo por el monte. Decía que buscaba a Chanquete, de Verano Azul.
Con toda la experiencia que tenéis, ¿qué mensaje podéis transmitir a los familiares de los chicos/as más jóvenes?
No imaginamos la vida sin nuestro hermano, nos enseña cada día a ser mejores personas. Sobre todo a valorar lo que es realmente importante en la vida. Hoy diría a todas las familias que tengan chicos pequeños, hermanos y padres que no se pueden imaginar la felicidad que les van a dar . Que se dejen acompañar y guiar por profesionales de los colegio y de la Fundación. Muy importante, compartir y debatir con padres experiencias y alegrías. ¡Suerte!