Por Mª Luz Palazuelos
Creo que ha pasado suficiente tiempo desde que nació Sonia para hacer una reflexión. Desde que cumplió un añito la he escrito una carta cada año, el día de su cumpleaños. Ya me va tocando otra vez, y con esta ya son 11, y nunca las leo antes de escribir la última, pero este año he hecho trampa y sí las he leído. Me he dado cuenta que el ánimo va cambiando, que las lamentaciones se han convertido en promesas y lo que veía negro se empieza a ver más claro. Sigue leyendo