La actividad de fútbol-sala
Nelson Mandela estaba convencido de que el deporte tiene el poder de transformar el mundo, de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas. El líder sudafricano pensaba que el deporte tiene más capacidad que los gobiernos de derribar las barreras sociales. Y pensaba bien. Los chicos y chicas de la Fundación representan, sin duda alguna, las ideas de Madiba. Practican varios deportes dentro de sus actividades semanales y entre ellos, el fútbol sala, deporte el que ponen a prueba su espíritu de superación.
Todos los jueves, en las instalaciones del Complejo Municipal Deportivo de La Albericia de Santander, unos 20 jugadores derriban sus particulares barreras y durante una hora forman parte de un equipo lleno de ilusión, voluntad y espíritu de superación.
La actividad forma parte del amplio programa de disciplinas deportivas ofrecidas desde la Fundación, que asume el deporte como una pieza clave en el desarrollo de las personas con síndrome de Down. “La entrega que demuestran es total, hay una motivación permanente en ellos. La disculpa es el deporte. El objetivo no es conseguir logros deportivos; lo importante es la convivencia, la satisfacción de hacer deporte, el deseo de colaborar y las ganas que tienen todos los jueves de volver a jugar la semana siguiente”, comenta Fernando Diestro, coordinador de las actividades deportivas.
La Federación Española de Deportes para personas con Discapacidad Intelectual colabora con la Fundación Síndrome de Down para promover y desarrollar el deporte entre los chicos y chicas que acuden a los centros ocupacionales. De esta manera, se les ofrece la oportunidad de que puedan incorporarse a la sociedad de forma activa. “Lo principal es conseguir la integración a través del deporte. Al margen de los resultados, lo importante es la convivencia. Se lo pasan en grande y demuestran mucha afectividad. La satisfacción que te produce el trabajar con el colectivo de la discapacidad no tiene comparación”.