El Taller de Fotografía estimula la imaginación de los alumnos
Durante cuatro meses, el grupo de trabajadores de la Fundación Síndrome de Down ha visto la vida a través de sus cámaras de fotos. El taller de fotografía, que comenzó como una actividad de ocio, se ha convertido en una afición para los chicos y ha descubierto el potencial de muchos de ellos para este arte. Todos los miércoles, de cinco a ocho, los alumnos y sus cuatro monitoras han salido a la calle para mostrar la ciudad desde otra perspectiva.
Los jóvenes no sólo han aprendido en este tiempo los mecanismos de funcionamiento de una cámara, también han desarrollado otras habilidades. Sara Bedia Inguanzo, responsable del taller, explica que se han trabajado capacidades como la escucha activa, la expresión, la atención, la comunicación o la capacidad de decisión. Pero, sobre todo, asegura, “ha sido una experiencia muy divertida”. Sigue leyendo