Por Mª Luz Palazuelos

Muchas felicidades, Sonia

Creo que ha pasado suficiente tiempo desde que nació Sonia para hacer una reflexión. Desde que cumplió un añito la he escrito una carta cada año, el día de su cumpleaños. Ya me va tocando otra vez, y con esta ya son 11, y nunca las leo antes de escribir la última, pero este año he hecho trampa y sí las he leído. Me he dado cuenta que el ánimo va cambiando, que las lamentaciones se han convertido en promesas y lo que veía negro se empieza a ver más claro.

Todo lo que hemos conseguido, por supuesto, ha sido con muchos apoyos; el principal ha sido el de la familia, sin mi marido y mi otra hija no habría sido tan fácil; el apoyo del resto de la familia por ambas partes ha sido y es primordial, y el de todas las personas que día a día conviven con Sonia en su colegio y que siempre creyeron en ella y apostaron por darle una oportunidad de integrarse en la vida, y al resto de profesionales que siguen luchando por una igualdad. A todos ellos GRACIAS.

Tengo que reconocer que el camino no ha sido fácil y hemos tenido que superar muchos obstáculos, sin embargo al final gana la constancia y el empeño por conseguir que la felicidad de nuestra hija sea el principal objetivo.

Este año ha sido un tanto especial para todos en casa, Sonia recibió su Primera Comunión y fue el día más especial de su vida.

Estaba guapísima y yo no me podía creer lo orgullosa que me sentía, después de haber pasado tantos avatares a lo largo de su crecimiento para lograr verla tan feliz.

Tiene un montón de amigos y le llaman al timbre cada día para ir juntos al colegio y cambiar con ellos stickers para su colección y los pega en el álbum.

Su hermana Sara es su gran apoyo y la mejor defensora cuando se trata de Sonia.

Aún queda mucho trabajo por hacer, etapas nuevas que superar cuando termine el último ciclo del colegio, pero hemos aprendido a preocuparnos de las cosas cuando llegue el momento.

Si algo nos ha enseñado Sonia, es a vivir el día a día, a ser más pacientes, y en buena parte a ser más tolerantes. Disfrutamos de pequeñas cosas y de sus pequeños logros, que para nosotros son grandes, y que sabemos que para ella suponen un gran esfuerzo pero no por ello algo imposible. Se está haciendo mayor y nos sigue regalando su sonrisa a cambio de nada, mientras nosotros ponemos todo nuestro esfuerzo y esperamos siempre a cambio algo como una sonrisa ¨.

Por supuesto un año más “MUCHAS FELICIDADES SONIA”.