No hay actividad con alguna connotación pedagógica que escape al radar del Centro Ocupacional de la Fundación. Su equipo docente revisa de forma continua la agenda de la ciudad de Santander para programar una nueva escapada. Exposiciones, ferias, excursiones… Cualquier motivo es bueno para mejorar la autonomía personal y fomentar, desde el entretenimiento, la incorporación de habilidades y valores sociales.
“En julio y agosto aprovechamos el buen tiempo para hacer muchas más salidas y conocer todo lo que nos rodea”, explica el equipo docente. “Lo que buscamos en estas actividades es que los chicos y chicas alcancen una serie de objetivos a través del ocio”. En este sentido, las profesoras del Centro programan cada salida de forma concienzuda, de acuerdo con el ideario pedagógico de la Fundación. Sus objetivos se centran en tres ámbitos: estimular la incorporación de habilidades sociales (comportarse correctamente, saludar, despedirse, tratar con educación a las personas, saber estar en todos los sitios), potenciar la autonomía personal (desde coger el autobús hasta afrontar correctamente los gastos asociados a la salida) e inculcar valores cívicos, como el cuidado del medio ambiente, el respeto hacia los demás, etc. “Todos los meses intentamos hacer una o dos salidas. Estamos atentos a la agenda de eventos y acudimos a todas las actividades de Santander y Cantabria que podemos”, subrayan. Así, en los últimos meses los chicos y chicas de la Fundación se han dejado ver en la exposición El Arte en la época de Altamira del Centro Botín, el Museo de Prehistoria, la Plaza de la Esperanza, la Catedral de Santander, El Museo del Ferrocarril, las casetas de la Feria de Santiago, la playa, el Zoo de Santillana, el poblado cántabro en Cabezón, el Museo de la Naturaleza en Carrejo o la estación de bomberos de Torrelavega. Incluso, se ha embarcado para conocer los fondos marinos. El efecto de las salidas entre los vecinos de la ciudad es realmente positivo: “De vez en cuando se nos acercan personas para darnos la enhorabuena y felicitarnos por lo bien que se comporta el grupo, porque son educados, no faltan al respeto y se preocupan de no molestar” El equipo docente no puede mostrarse más satisfecho del impacto de las actividades en la evolución de los alumnos: “Estamos muy contentos y orgullosos de todos y cada uno de ellos, así como de los logros que han alcanzado hasta el momento”. Salida a salida, los chicos incorporan nuevas habilidades sociales, aprovechan los contenidos explicados previamente y mejoran su autonomía. “Realmente en estas actividades sale a la luz todo el esfuerzo educativo de padres y profesores y, sobre todo, el esfuerzo de los propios alumnos por aprender”.