El Club de Ocio de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria es algo más que un mero entretenimiento de fin de semana: Se ha convertido en la mejor fórmula para educar a los chicos a través de la diversión. Divididos en cuatro grupos en función de sus edades, los 43 participantes desarrollan sus habilidades sociales, funcionales y de comunicación en un entorno lúdico donde el entretenimiento prima sobre todo lo demás.

El Club de Ocio está dirigido por Rocío Ramos

Rocío Ramos, coordinadora del Club, defiende la importancia de educar en el tiempo libre a través de actividades de entretenimiento que inciden en el desarrollo y calidad de vida de los jóvenes. Un sábado al mes, los integrantes del Club se reúnen para divertirse en función de su edad. Divididos en cuatro grupos (trabajadores, alumnos del Centro Ocupacional y Garantía Social y estudiantes de Primaria y Secundaria) las actividades se articulan en función de sus gustos y en el caso de los más mayores, ellos mismos aportan sus ideas sobre qué les gustaría hacer. Así, Rocío explica que las actividades más demandadas están relacionadas con el senderismo, los bolos y la cultura, y eso sí, una vez al trimestre, una cena seguida de un recorrido por el ocio nocturno.

El resto divide su tiempo de divertimiento con juegos y manualidades, orientado todo ello al desarrollo de aspectos como las habilidades sociales y funcionales al objeto de interiorizar normas de comportamiento y valores como el respeto, la amistad o la solidaridad. “Lo que se tiene en cuenta para el buen desarrollo de las actividades del Club son aspectos como la amistad, de modo que se respetan los grupos naturales de relaciones, la libre elección de los compañeros y se fomenta la creación de nuevas amistades; los gustos y aficiones, al objeto de desarrollar un tipo de actividad que tiene un interés común y la edad, que facilita la interacción entre personas y la normalización de las actividades”, señala Rocío.

El Club de Ocio se puso en marcha en el último trimestre del curso 2005/2006. A cargo de la Asociación juvenil Hebe, varios monitores gestionan las distintas actividades bajo el paraguas de Rocío, que cuenta con amplia experiencia en este campo. Reconoce que en el Club, los chicos “se muestran tal y como son y surgen nuevas amistades que en sus actividades diarias no se suelen dar”.

ROCÍO RAMOS, COORDINADORA

Esta joven santanderina de 28 años, diplomada en Educación Especial y Animación Sociocultural, dirige el Club de Ocio desde mediados de 2006. Trabaja a diario con personas que presentan alguna discapacidad y los sábados, se va a la Fundación a encontrarse con sus amigos. Apreciada en la Institución, donde realizó hace años sus prácticas, ha sido voluntaria en varias organizaciones de tejido social. Forma parte de la Asociación Juvenil de Animadores Socioculturales Hebe, con la que la Fundación Síndrome de Down ha firmado un convenio para desarrollar el Club de Ocio todas las semanas.