Su distintivo, la amabilidad

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Marta, empleada del Carrefour situado en Peñacastillo

En 2005, la empresa para la que Marta García Ortega trabaja, Carrefour, contrató a un profesional que valorase la atención que sus empleados brindaban a los clientes. Después de evaluar una serie de cualidades y poner a prueba al personal, se extrajeron los nombres de quienes mejor trato ofrecían a los usuarios del centro. Marta fue una de las personas que recibió un premio a su buena labor. Tal y como ella recalca, lo que le caracteriza es su amabilidad.

Marta con sus compañeros del Carrefour de Peñacastillo

Marta con sus compañeros del Carrefour de Peñacastillo

“No estoy nerviosa, eh Luis, estoy bien…”. “A ver, enséñame las manos”, contesta el coordinador de cajas a Marta. Efectivamente, no tiemblan. Es su primera entrevista y lo único que derrocha es sentido del humor. Le agrada su trabajo. “Me gustaría quedarme aquí para siempre”, revela Marta. Opciones tiene. En octubre de 2006 firmó un contrato indefinido con la compañía francesa Carrefour. Desde que entró en la empresa en período de prácticas ocupa el cargo de auxiliar de línea de cajas. Se encarga de recoger, limpiar y colocar las cestas, reponer el papel que guardan en el fondo, y reubicar los carros y la mercancía que se quedan en las cajas al marcharse los clientes.

Conoce dónde se encuentra cada producto pero, en caso de despiste, siempre pregunta a sus compañeros. Con ellos mantiene una estupenda relación. “Me lo paso muy bien con todos, compartimos los descansos de trabajo”, cuenta Marta, que presume de que le tratan con mucho cariño. Luis Alberto Lastra, coordinador de cajas resume la actitud de su subordinada con una frase muy explícita: “Genera buen rollo”. Pero en ella destacan muchos otros rasgos. Según su preparadora laboral, María Pintó, “es una persona extrovertida, sonriente, sociable, amable, ordenada, cuidadosa y trabajadora. Nunca está enfadada… y le gusta mucho el palique”, concluye divertida. “Lo de trabajadora me lo dicen todos, y lo del palique… si puedo, sólo un poco”, replica Marta. Le gusta comunicarse y atender a los clientes de la mejor manera posible. Por ello recibió un premio en el año 2005.

Su jefa directa, Paz Álvarez, dice que es muy rápida cogiendo cestas y que relaja el ambiente de trabajo. A él acude cinco días a la semana, de martes a sábado. Para llegar al Carrefour de Peñacastillo a las 10:45 de la mañana coge dos autobuses. A las 3:15, hora a la que termina su jornada, se dirige a casa para comer. Solamente los martes almuerza en el centro comercial porque la tarde se la reserva para acudir a la Fundación Síndrome de Down. Cuando tiene tiempo libre lo aprovecha para salir a pasear con su amiga Marta Bello, ir con sus hermanas al cine, salir con sus sobrinos, leer, jugar con su perro Brush o estar con sus padres.

Durante la conversación Marta menciona a uno de sus familiares. Antes de formar parte del equipo de Carrefour, trabajó en McDonald´s realizando tareas de limpieza. Entre otras, la del baño. “A mi madre no le gustaba mucho”, explica. Ahora está contenta con el trabajo que desarrolla su hija, al que Marta regresa con rapidez nada más terminar la entrevista.

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