El contenido del presente número está vigorosamente marcado, de una u otra manera, por la voz de los padres.
La figura de Marci Hanson ha llenado durante años el mundo de la Atención Temprana, como una de las pioneras en promover y desarrollar esta actividad para los recién nacidos con síndrome de Down. Nadie mejor que ella para analizar críticamente su eficacia, en un momento en que más de uno cuestiona el valor que pueda tener. Y lo ha hecho de la mejor manera que se podía hacer: acudiendo a los auténticos protagonistas para pedirles su opinión, veinticinco años después de haber sido beneficiados por la aplicación de los programas. Habla un grupo de personas, ya adultas, con síndrome de Down y hablan sobre todo los padres. De sus respuestas y comentarios va extrayendo los temas más destacados, los hechos positivos y negativos en la vida de esas personas, y las conclusiones. Si por algo destaca el programa de Marci Hanson es por la profunda implicación que exige de los padres. Son los profesionales quienes se desplazan a las casas de los niños, y es allí, sobre el terreno, donde muestran a los padres cómo ha de ser su intervención constante y permanente.