Amar la vida cada día

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La elaboración del calendario 2009 de la Fundación

Eduardo, Ricardo, Marta, Laura o Virginia son algunos de los protagonistas del calendario de la Fundación Síndrome de Down para 2009. Un protagonismo compartido con los animales salvajes que viven en el parque de la Naturaleza de Cabárceno, que este año ha servido de escenario para el esperado almanaque. La fotógrafa Elena Torcida ha sido de nuevo la encargada de captar la mirada e ilusión de nuestras doce estrellas.

Preparando el calendario en Cabárceno

Preparando el calendario en Cabárceno

El calendario de la Fundación Síndrome de Down se ha convertido en uno de los proyectos más esperados cada año por padres, niños, jóvenes y profesionales. Sus páginas no sólo son útiles para el día a día, sino que contribuyen a normalizar la situación de las personas con síndrome de Down en la sociedad. Y todo ello con doce protagonistas que cada año son escogidos al azar entre alumnos de la Fundación.

En esta ocasión, el escenario elegido para realizar las sesiones fotográficas fue el parque de la Naturaleza de Cabárceno, contado para ello con la colaboración inestimable de Cantur. La fotógrafa Elena Torcida, colaboradora habitual de la Fundación, fue la encargada de realizar las instantáneas, conjugando como sólo ella sabe, profesionalidad y ternura.

Elena recuerda que las sesiones, desarrolladas en verano, no fueron sencillas, ya que hubo que encajar los horarios de las comidas de los animales con los de los participantes. Además, cada uno de nuestros protagonistas tenía seleccionado un animal, pero no todos estaban conformes. “Cada niño se fue encajando con el animal que más le gustaba, conociendo la vida de los animales, aprendiendo que unos son más agresivos que otros…”. Además, Elena recalca que los animales “son salvajes”, de ahí que la colaboración de los cuidadores del parque fuera fundamental para lograr este magnífico resultado.

La compenetración entre los animales y los chicos es patente. Marta, gran amante de los bichos, se deja rodear de cabras sin ningún miedo y Ricardo se atreve a mirar desafiante al águila real. Ángel no se lo pensó dos veces y se lanzó a la piscina de los leones marinos, dejándose querer por estos simpáticos animales.

Héctor, el benjamín del grupo, también adora a los animales y ese cariño se transmite a través de la imagen, mientras coge en su regazo un conejo.

Al igual que ellos, Beatriz, Virginia, José Miguel, Paloma, Laura, María, Héctor, Eduardo y Adriana nos alegrarán con su imagen cada mes del próximo año. Ya saben, ’365 oportunidades para amar la vida’.

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