Profesores por un día

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Taller de manualidades

El pasado 2 de diciembre la Fundación Síndrome de Down de Cantabria participó con cuatro chicos en un taller de manualidades organizado por Cermi-Cantabria, dentro de las diferentes actividades programadas durante la Semana de la Discapacidad. Al Palacio de los Deportes de la capital cántabra acudieron más de 700 personas entre alumnos y padres. Alberto de la Hoz, junto a sus compañeros Jorge, Paloma y Virginia, actuaron como profesores por un día y protagonizaron momentos muy divertidos.

Taller de manualidadesAlberto de la Hoz ejerció de portavoz y profesor titular encargándose de explicar a sus eventuales alumnos el proceso de elaborar portafotos e imanes con motivos navideños. Virginia se encargó de enseñar a diseñar todo tipo de broches y pendientes, utilizando una plantilla y ornamentación como árboles, estrellas y bolas de navidad. Les gustó mucho la experiencia porque les encanta trabajar y enseñar a chicos y chicas de otros colegios e institutos su destreza con las manualidades. Virginia asegura con firmeza que “me resultó fácil y que a algunos chicos les costó un poco”. Alberto coincide en que “me gusta mucho enseñar”; de hecho, cuando le entrevistamos demostró sus dotes como líder. Confiesa que no permitía repetir ningún objeto para que cada alumno hiciera algo distinto. Paloma, que actuó como asistente, confiesa que “me gusta mucho ayudar, pero también que me ayuden”. La responsable del grupo, Paz Elorza, asegura que el objetivo de este tipo de taller “es estimular la creatividad de los chicos, que todos los objetos que hagan tengan una finalidad y desarrollar cierto gusto estético”.

Con este tipo de actividades, “buscamos que se sientan capaces de hacer cosas, que se sientan integrados y se relacionen con la gente y que la sociedad se conciencie de que son muy capaces” explica Paz. La jornada fue un rotundo éxito como demuestra la participaron de más de 700 niños de institutos entre los que estuvieron como voluntarios echando una mano La Paz de Torrelavega, y el Instituto Santa Clara de Santander.

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