25 años entre bambalinas

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La actividad de teatro de la Fundación cumple este año sus bodas de plata. Niños y adultos, actores consagrados y artistas ‘voluntariosos’, se han subido al escenario en las fiestas de fin de curso de los últimos 25 años para deleitar a las familias. El aniversario bien merece una entrevista a la artífice de semejante hito, Paz Elorza.

Entre bambalinas

¿Cómo afrontas cada año todo el proceso creativo, los ensayos, etc.?
Con ilusión, ganas, muchísima paciencia (jajaja), y con la ayuda de mis compañeros y de unas madres, Ana Casanueva y Loli Boo, que hacen unos vestuarios impresionantes. La verdad es que el proceso de preparación lleva su tiempo. Una vez que sé qué obra voy a adaptar o a inventarme, suelo hacer un sondeo para saber quién va a participar, preguntando en los distintos grupos: trabajadores, centro ocupacional, escolares, pequeños. Una vez que ya sé quien participa, escribo los diálogos adaptando el papel a cada chico. Como escojo un hilo conductor, es más sencillo introducir los diferentes grupos en la obra, sobre todo a los pequeños (2-3 años), que suelen participar las primeras veces con un baile o desfile y a partir de ahí, en años consecutivos, van diciendo alguna palabra. Es decir, desde pequeñitos el que quiere participar, lo hace para disfrutar y pasarlo bien.¿Cómo viven los chicos la actividad?
¡Como un gran acontecimiento! Hay algunos que nada más terminar la obra en junio ya están preguntando cual será la del año siguiente. Y por supuesto en septiembre hay que recordarles que hasta enero no se empieza.

¿Cómo incide en su desarrollo?
El taller de teatro incide muchísimo en el desarrollo integral de todas las personas, facilitando la capacidad de expresarse, de experimentar nuevas vivencias y de manifestar sentimientos distintos de los propios, ya que tienen que ponerse en el lugar de otra persona. Ayuda a desarrollar la memoria y mejora la expresión oral y corporal. Además fomenta la capacidad de cooperación y de respeto hacia los demás.

Así que en los chicos con síndrome de Down, incide de la siguiente manera: memorizan diálogos cada vez más largos, recordando los desplazamientos que tienen que hacer por el escenario y siguiendo el orden de aparición e intervención. Tienen que aumentar el volumen de voz y mantenerlo durante la intervención, articulando las palabras de forma clara. Tienen que aprender a hablar más despacio, trasmitiendo sentimientos a través de la voz y han de caracterizar el habla de los personajes, potenciando o inhibiendo el movimiento tanto espacial como gestual. Han de seguir con atención y respeto las intervenciones de los compañeros, evitando el protagonismo personal, cediendo en beneficio del grupo y felicitando a los compañeros por los logros alcanzados. Deben aprender a no emitir críticas negativas en las intervenciones de los demás y tienen que aceptar sugerencias para mejorar la interpretación, teniendo preparados los materiales cuando corresponda intervenir.

¿De qué obra te sientes más orgullosa?
Lo que más me costó fue adaptar El Quijote para que se entendiera y fuera entretenida para los chicos. Pero todas tienen algo especial porque es la primera vez que un chico hace de protagonista, por lo visual que resulta, por el vestuario, por los decorados que antes se hacían o porque ves que los chicos disfrutan muchísimo con la obra (El Musical, Grease, La Vuelta al Mundo, Las aventuras de Alicio…)

La actividad ha descubierto grandes talentos. ¿Qué actores y actrices destacarías?
Todos para mí tienen su importancia y mérito, porque yo soy incapaz de subirme a un escenario. Es muy curioso observar cómo se ha dado paso a las nuevas generaciones. Abraham San Martín hizo muchas veces de protagonista y destacaría el papelón increíble que hizo como Don Quijote. Le siguió Ángel Díez, que bordó Las aventuras de Alicio o Una vuelta por Hispania, y éste dio paso a Miguel Torre que estuvo sembrado en Robin Hood.

Y con las chicas, lo mismo. Salomé Pérez, María Aguilera, Almudena Ruiz (que fue la primera que cantó en directo), Bea Álvarez, Lucía Irigoyen, etc. Hay chicos que a pesar de sus dificultades participan haciendo apariciones grandiosas, que todos esperamos con ilusión y nervios, ya que suelen improvisar bastante.

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