Raquel López de los Reyes
Resumen
A pesar de las adversidades de la época en que nos tocó empezar, hicimos lo que nuestro corazón dictaba y lo que el sentido común determinaba: No quedarnos sentados a abrazar nuestro dolor, nos sacudimos y, aun con lágrimas, salimos a abrirnos paso en esa vida que se percibía incierta, a tocar puertas, una tras otra, hasta llegar aquí, donde el dolor se convirtió en fortaleza, el miedo se convirtió en esperanza, la vergüenza se convirtió en orgullo, y el coraje se convirtió en paz.
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