Sin duda alguna, el momento en que unos padres conocen que su hijo tiene síndrome de Down es clave. Nunca es vivido de igual manera por parte de cada familia, aunque indefectiblemente deja un recuerdo imborrable en la mente de los progenitores.
Adolfo Víctor Pantaleón y su esposa, Margarita Rodríguez Loeches, ambos cubanos, vivieron de manera “atípica” aquellos primeros días tras el nacimiento de Alejandro. A miles de kilómetros de sus familiares, en un continente lejano y distinto, y enfrentándose a una situación angustiosa y desconocida. Cuando su hijo vino al mundo, se encontraban en Sudáfrica. Adolfo estaba entonces trabajando como médico en un hospital de Kroonstad. Hoy, tres años más tarde, al volver la vista atrás, el matrimonio considera que se les “han roto muchos estereotipos” sobre el síndrome de Down, una realidad que ahora abordan de forma “mucho más ajustada a lo que realmente es”. Sigue leyendo