Jesús Flórez
Resumen
Ya no resulta extraño aceptar la asociación de autismo y síndrome de Down. La identificación de estos rasgos y su clasificación dentro de unos parámetros bien deslindados son especialmente importantes porque han de definir un diagnóstico y, sobre todo, han de condicionar una forma específica de intervención terapéutica. El artículo define las diversas entidades que se agrupan bajo el amplio título de “condición tipo autista”, ofrece los criterios diagnósticos del DSM-IV para definirlas, y describe con detalle los resultados de un reciente estudio realizado por el grupo de Capone en el Kennedy Krieger Institute de Baltimore. En ese artículo se analizan con precisión los rasgos y características de 61 niños con síndrome de Down y trastorno de espectro autista, comparándolos con los de 44 niños que sólo tenían síndrome de Down y 26 que tenían síndrome de Down y trastorno de movimientos estereotipados. Se analiza también el valor diagnóstico para estas situaciones de la escala de conductas aberrantes (ABC). Se establecen los perfiles y fenotipos neuroconductuales que caracterizan a las diversas entidades analizadas, que pueden ayudar a diagnosticar con más precisión y precocidad, y a establecer las correspondientes pautas terapéuticas.
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