Jorge Cañas Zoyo
Resumen
A la hora de abordar nuestra labor como profesionales de la educación especial, nos encontramos que una de las consultas más habituales que suelen realizar padres y profesionales de la educación se centran en cómo poder modificar las rabietas, las conductas autoestimuladas, y en definitiva las conductas desorganizadoras que presentan nuestros alumnos con o sin discapacidad. De forma recurrente, dicha consulta suele derivar hacia la aplicación de una serie de técnicas dirigidas a eliminar tales comportamientos, que lejos de ser incorrectas, son incompletas si no se tienen en cuenta otros aspectos y técnicas, como la prevención y la creación de nuevas conductas, sin las cuales dicho tratamiento sería inútil. El presente artículo pretende que, tanto los profesionales como los padres, adquieran normas básicas sobre cómo modificar dichos comportamientos, a través del análisis de los elementos que componen cualquier conducta, reflejados en el modelo A-B-C.
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