El Club de Ocio de la Fundación Síndrome de Down de Cantabria es algo más que un mero entretenimiento de fin de semana: Se ha convertido en la mejor fórmula para educar a los chicos a través de la diversión. Divididos en cuatro grupos en función de sus edades, los 43 participantes desarrollan sus habilidades sociales, funcionales y de comunicación en un entorno lúdico donde el entretenimiento prima sobre todo lo demás.
Rocío Ramos, coordinadora del Club, defiende la importancia de educar en el tiempo libre a través de actividades de entretenimiento que inciden en el desarrollo y calidad de vida de los jóvenes. Un sábado al mes, los integrantes del Club se reúnen para divertirse en función de su edad. Divididos en cuatro grupos (trabajadores, alumnos del Centro Ocupacional y Garantía Social y estudiantes de Primaria y Secundaria) las actividades se articulan en función de sus gustos y en el caso de los más mayores, ellos mismos aportan sus ideas sobre qué les gustaría hacer. Así, Rocío explica que las actividades más demandadas están relacionadas con el senderismo, los bolos y la cultura, y eso sí, una vez al trimestre, una cena seguida de un recorrido por el ocio nocturno. Sigue leyendo


